jueves, 18 de julio de 2013

Niquero, el arte en madera




Texto y fotos Sara Sariol Sosa

Entre las localidades que a la provincia de Granma le nacieron al sur, Niquero siempre ha cautivado de manera peculiar.
Cuando los hombres cuentan su existencia, recurren obligadamente a las niguas que le ofrecieron su nombre cuando fue fundado después de 1571, el entonces rústico pueblo, o a las terrazas marinas que el mar le talló en Cabo Cruz, un punto por donde termina en el suroeste el municipio, y también Cuba.
Hablan, asimismo, del legado épico que  privilegió esa zona; de la arena canela por donde llegó el yate Granma con 82 jóvenes expedicionarios para conquistar la definitiva libertad de la Patria, y de Alegría de Pío, donde aquellos recibieron su bautismo de fuego.
Y cuentan, también, de lo natural, del verdor del paisaje que se abraza al mar en una invitación a la que no pueden resistirse visitantes nacionales y foráneos.
…Mas, pocas veces el recuento se detiene en el nacimiento de aquellas casas coloniales de maderas adoloridas por el tiempo, que a pesar de su adultez se sostienen en el corazón de la localidad, orgullosas de haber desafiado tanto los años como las adversidades de la naturaleza misma.
Vencieron, por ejemplo, al ciclón Dennis, a mediados del 2005, cuya furia desmanteló el 95 por ciento del fondo habitacional local.
Cuando pasó la tormenta, dejando  tras de sí un espectáculo tristísimo, un amasijo de techos, paredes y árboles, varias de aquellas casonas de madera se tambalearon, inclinaron sus balcones, pero quedaron en pie.
¿A quién debe atribuírsele la idea de construir allí semejantes obras de arte?. Acaso nació por la influencia de aquellos leñadores de la Sierra Maestra que se unieron a pescadores del Golfo de Guacanayabo para fundar el pueblo, o resultó de la transculturación que se produjo al crear el gobierno militar norteamericano el municipio en 1899.
Pero hoy tal vez no sea tan importante la génesis de esas atractivas viviendas, sino que trascienda la voluntad de preservarlas como un atributo valeroso, que pueda muy bien vincularse al producto turístico de la zona, y persistir en el tiempo para contar, con su arte, la existencia de una localidad que cautiva de manera singular.

San Juan Evangelista: Prístino campo santo




En esa suerte de patrimonio que hacen de Granma el territorio más aportador a la memoria histórica y cultural nacional, están las ruinas del San Juan Evangelista, una cúpula de ladrillos con huellas de incendio, que perdura en la contemporaneidad de Bayamo, para testificar que fue él y no otro, el primer cementerio de Cuba.
Antecedentes
Fue en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando las autoridades civiles y eclesiásticas de Bayamo asumieron la necesidad de romper con la arraigada costumbre popular de reposar la eternidad en templos y conventos.
La práctica, simbiosis de herencia familiar y devoción religiosa, había nacido el siglo anterior, justo con los proyectos de construcción de la Parroquial Mayor y el Convento de Santo Domingo.
Durante más de una centuria antes, la sociedad de la jurisdicción realizaba los enterramientos fuera de esos recintos, por causas diversas. Una, porque la mayoría de los grupos humanos iniciadores de la colonización, al pertenecer a clases medias y bajas, se inclinaban por efectuar los sepelios en espacios abiertos, cementerios anexos a un santuario. Correspondía solo a la elite hispana el hábito de utilizar iglesias y conventos con tales fines.
Además, los terratenientes de mediados del XVI, aunque ya con proyecciones elitistas y conciencia de que su vida y muerte transcurriría dentro de la demarcación, estaban más ocupados en problemas derivados del comercio de contrabando y rescate predominante, que del lugar donde reposarían después de la muerte.
De haber contado con otro panorama económico, se imponían también las condiciones constructivas de la iglesia local, de paja y muy deteriorada por el tiempo, que impedían utilizarla como depósito de cadáveres.
Cuando este último panorama cambió, tanto como la mentalidad de los habitantes de la villa y los templos y conventos se levantaron de ladrillos y tejas, las clases pudientes se empeñaron entonces en agenciarse bóvedas, panteones y nichos dentro de aquellos.
En el siglo XVIII ya se habían edificado 11 instalaciones religiosas en el actual territorio que ocupa hoy el centro histórico de la capital granmense; los fieles se preocupaban más del mejoramiento de esos sitios (porque habían decidido ser enterrados en su interior) que por sus propias casas. De las enclavadas allí mil 184 eran de paja y solo 626 de tejas.
De esa manera la práctica de hacer los enterramientos en los citados lugares cobró fuerza de costumbre.
El cambio
El problema comenzó cuando, después de muchos años, el espacio dentro de los templos y conventos se hizo mínimo y el abarrotamiento de cadáveres provocó una alarmante situación de insalubridad, algo al parecer común para todas las partes de la Isla.
La amenaza que aquello representaba para la salud conllevó a que hasta los representantes del clero, principales beneficiados monetariamente con los entierros en iglesias, comenzaran a pronunciarse por la construcción de cementerios fuera de los poblados.
Tal conveniencia fue apoyada por los gobernantes, según dan cuenta documentos de archivos de la época, uno de estos recoge lo escrito entonces por Don Joseph de Espeleta, Gobernador y Capitán General de la Isla de Cuba y de la Ciudad de San Cristóbal de La Habana.
… la mayor parte de las enfermedades epidémicas que se conocían con distintos nombres arbitrarios no tenían en su concepto otro principio que el de enterrarse en las iglesias los cadáveres y por hallarse los templos reportados en toda la población y combatirla unos ayres corrompidos é impuros, á causa de su temperamento cálido, y húmedo, como porque comprehendiendo mayor número de personas que las que permitía su extensión, y capacidad, en ciertas estaciones del año eran tantos los que se enterraban, que en algunas iglesias apenas podía pisarse sin tocar sepulturas blandas, y hediondas; baxo de cuyo concepto, para prevenir un daño tan considerable, propuso como medio urgentísimo, y conveniente á la salud pública el establecimiento de un cementerio fuera de poblado en donde se enterrasen todos, sin excepción de personas …
La disposición fue implementada con celeridad por las elites bayamesas, aun cuando la monarquía española no dio apoyo económico a los gobernantes locales para obrar al respecto.
San Juan, el primero.
Importantes búsquedas bibliográficas, en las cuales se ha apoyado este trabajo periodístico, aportan elementos que llevan a asegurar que el de San Juan Evangelista, fue el primer cementerio cubano.
Ludín B. Fonseca García, en su texto “Bayamo en la modernidad. Cementerios y enterramientos”, plantea que aquí se tomó en cuenta la sugerencia del gobernador político y militar de Santiago de Cuba sobre lo oportuno de hacer los cementerios en terrenos aledaños a iglesias, para solo incurrir en los gastos del campo santo. La iglesia San Juan, en esos momentos en ruina, estaba fuera del poblado, por lo que se ajustaba a varios requerimientos.
“Para la construcción del cementerio –apunta Ludín- no solo influyeron las condiciones materiales que existieron en la villa, sino también, las actitudes mentales de sus pobladores que serían, finalmente, los que aportarían recursos económicos y enterrarían a sus familiares fallecidos en este nuevo lugar, que significaba una ruptura respecto a prácticas culturales ejecutadas durante dos siglos. Solo la existencia de un pensamiento modernizador entre sus pobladores permitió que Bayamo inaugurara su cementerio el 5 de enero de 1798 por medio de una ceremonia religiosa oficial y que se convirtiera, así, en la primera población que materializaba la real orden”.
Por su parte José Carbonell Alard, en “Estampas de Bayamo” señaló:” Tocó al vicario, doctor José Antonio Dimas Cuevas y Oduardo, ser el primero en cumplir aquella Real Orden al notificar el 8 de febrero de 1798 que en la villa se habían concluido las obras del cementerio auxiliar… Anteriormente había quedado inaugurada el 5 de enero del propio año y bendecido como dispone el ritual romano.
“Por su orden el de la villa San Salvador de Bayamo fue el primero. El segundo, el de La Habana (2 de febrero de 1806) por iniciativa del obispo, doctor Juan José Díaz de Espada y Landa. El tercero, construido por el arzobispo, doctor Mariano Rodríguez de Olmedo y Valle en Santiago de Cuba, en febrero de 1828.”
Perpetuidad
La alta tasa de mortalidad que se produjo con la contienda libertadora del 68 hizo que el cementerio se ocupara totalmente. A este fueron a parar los restos, además de los moradores, de soldados españoles y patriotas capturados y luego fusilados.
En 1871 estaba abierto, abandonado después de dos años de lucha, causas que igual llevaron a la propuesta de dotar a la villa de otro campo santo.
Varios proyectos nacieron con ese propósito pero ninguno se concretó por falta de recursos primero y luego por falta de un terreno. Solo en 1918 quedó inaugurada la nueva Necrópolis.
El 24 de agosto de 1923, de acuerdo con la propuesta del concejal Juan J. Oduardo, se acordó construir un parque público en la Plaza de San Juan, frente al antiguo cementerio, con su arboleda y asientos de corte moderno y que llevara el nombre de Francisco Vicente Aguilera.
Y así se hizo en la década del 40, tiempo en cual se ampliaron las calles José Martí y Capotico.
En el parque, que restaurado años más tarde recibió el nombre de Retablo de los Héroes, sigue en pie el pórtico de aquel primer campo santo cubano, ayer cómplice y sobreviviente del incendio revolucionario del 12 de enero de 1869 y abrigo de quién sabe cuántos patriotas; hoy silencioso testigo de la cultura bayamesa de la época de la colonia, símbolo de perpetuidad.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL hielo abrazó a Bayamo


                                                                            


La noticia la multioplicaron los medios locales de prensa: Ayer aproximadamente a las 6:00 
pm, una tormenta local severa afectó a los habitantes de los poblados de Cerca Blanca y El Dátil, pertenecientes a la ciudad de Bayamo, y hoy, después de 15 horas del suceso aún se podían observar planchas de hielo, por la unión de los granizos en los cultivos
Los vecinos de aquellos lares no se cansan de compartir la historia, ni de describir los impresionantes los vientos y a aquel fuerte aguacero de hielo que duró más de 30 minutos, y que ellos por primera vez veían.  A mitad de la mañana ni el Sol bien emparapetado había logrado rendir a aquellos inusuales visitantes.

Al justo título de dominio





 La suroriental provincia de Granma mantiene hoy un buen ritmo en la inscripción
 de inmuebles estatales, objetivo que no solo tiene como fin tributar a la institucionalidad, la legalidad y la preservación del patrimonio del Estado, sino permite seguir desarrollando otras acciones dentro de la actualización del modelo económico cubano.
Como se ha reiterado, esta gestión facilitará, además, que locales del patrimonio estatal puedan ponerse a disposición de las nuevas formas de gestión, o ser otorgados en arrendamiento a los trabajadores por cuenta propia, para cuyo proceder aquellos deben primero estar inscritos.
Granma puede considerarse actualmente, entre las provincias que mayor atención presta a este tipo de gestión, e incluso podrá adelantarse al término fijado por el país para el asentamiento de las propiedades estatales.
Ana Luisa Salgado Ricardo,  desde el Departamento del Registro de la Propiedad Mercantil y del Patrimonio, destaca que hasta el 2014 se había planificado registrar aquí ocho mil 754 inmuebles vinculados a organizaciones productivas y servicios de subordinación local.
Hasta el 2012 se inscribió el 76,3 por ciento de ese universo, y de los dos mil 72 restantes, 503 han vencido dicho  trámite, comportamiento que pone al territorio en condiciones objetivas de cumplir con tal tarea este mismo año.
En el caso de los inmuebles pertenecientes a particulares, el año pasado, por ejemplo, se registraron siete mil 787         inmuebles,  encargo con un ritmo más acelerado, con respecto a etapas anteriores, a partir de la entrada en vigor del Decreto-Ley No. 288 relacionado con las nuevas formas de transmisión de propiedad de la vivienda, y que le da la oportunidad a cualquier ciudadano de comprar, vender, y vivir donde le plazca.
Esas cifras evidencian que si se trata de hablar del actual ordenamiento que  Cuba se ha propuesto, ya es imprescindible reconocer, también, que su gente se va apropiando de una mayor cultura sobre las garantías que brinda el derecho inmobiliario.

martes, 4 de junio de 2013

60 por 60





Por Sara Sariol Sosa
El tributo de los granmenses a los 60 años del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, tendrá singular expresión en una ardua jornada de trabajo y creación, convocada por la dirección del Partido en la provincia.
Se trata de llegar al 26 de julio con el impulso de 60 acciones que impactarán en el desarrollo económico y social del territorio, y garantizarán resultados cualitativos y cuantitativos vinculados en lo fundamental, con la implementación de los lineamientos y objetivos aprobados en el sexto congreso y la primera conferencia del máximo organismo político cubano.
La jornada se multiplicará con similar concepción en los municipios, organismos y centros laborales, los cuales, además de aportar a las de carácter provincial, definirán también y de manera particular, las 60 tareas en las que accionarán con ímpetu desde ahora y hasta cercana la conmemoración de marras.
Federico Hernández, miembro del Buro provincial del Partido, ponderó como premisa indispensable para la materialización de este homenaje, la entrega y participación orientadora de los cuadros a todos los niveles, y el apoyo consciente de cada hombre y mujer de esta tierra, que fue de hecho protagonista directa de los sucesos del 26 de julio.
Será, aseguró, una jornada de esfuerzo decisivo, combate y victorias, para llegar a la efeméride con resultados concretos, superiores y sostenibles, y para reafirmar una vez más la convicción de los granmenses de continuar sirviendo a la Patria, la Revolución y el Socialismo. 
Nada, que los granmenses han decidido ensillar nuevamente sus energias, y retomar los caminos del denuedo, para volver a trascender, como hace algunos años, en el ámbito nacional cubano. Si nosotros mismos no trabajamos duro por lo que necesitamos, ¿quién lo hará?.
Que nadie diga que no ha sido invitado.

lunes, 3 de junio de 2013

Trabajo por cuenta propia: ¿Suma o resta?


por Sara Sariol Sosa 


Aunque haya  transcurrido más de año y medio desde que el trabajo por cuenta propia inició su camino hacia la flexibilización y ampliación, como variable insertada a un nuevo contexto económico en Cuba, muchas son las inquietudes, expectativas e interpretaciones que todavía lo circundan.
Acaso el mayor progreso en esas disquisiciones, esté en el reconocimiento de su innegable relación con el precepto de propiedad en el socialismo, y su impacto como modalidad de empleo frente a un imperioso reordenamiento laboral en pos de eficiencia empresarial.
En no pocas ocasiones, especialistas en el tema, han destacado su alcance social como vía para no dejar -tal es la probada voluntad del sistema que edificamos- a ningún trabajador desempleado.
La primera experiencia en ese sentido –conocemos- se remonta a los días de la desaparición del campo socialista, que sacudió nuestras estructuras económicas y provocó el receso de entidades fabriles y de servicios, la reubicación de miles  de trabajadores en otras labores, o su disponibilidad con la garantía de solo poco más de medio salario.
Dos décadas después, cuando los impactos de una crisis global nos obligan a valorar nuestras insuficiencias productivas, la decisión del país tampoco es ahora cerrar entidades y dejar a sus colectivos a la buena de dios.
Se trata de facilitar el acceso de cientos de miles de cubanas y cubanos a esa suerte de autoempleo, que anda acomodándose hoy con legislaciones nuevas, favorecedoras, y lo seguirá haciendo mañana, hasta acercarse lo más posible a cuanto esperan de ese mecanismo tanto el Estado como los cuentapropistas.
Como alternativa que llegó para quedarse, su avance organizado y dinámico, deberá contribuir ineludible y progresivamente, a que el primero se exonere  de elevados gastos en salarios, se descargue de la prestación de un grupo de servicios, de la comercialización de bienes, y se concentre en las grandes producciones primarias que permiten el desarrollo y generen ingresos importantes para el país.
Mientras, posibilitará a los segundos, estabilizar sus ingresos personales, aportar a la dinamización de la circulación monetaria y llenar con sus ofertas vacíos del mercado.
Sin embargo, en medio de su readaptación, hoy preocupan algunas estadísticas que advierten que de la cifra de personas acogidas a esta forma de empleo una buena parte ha entregado sus licencias.
¿Cuán fidedigno es ese dato?
TENDENCIAS
Para ejemplificar tal tendencia vale apoyarse, en un estudio promovido en el municipio de Yara, por la máxima dirección del Partido en la provincia.
La Dirección de Trabajo en esa localidad controló durante el 2012 un total de 344 bajas, pero un análisis de los listados dio fe que la cifra real era menor, pues 38 trabajadores comprendidos en dicho universo, estaban registrados doblemente  (ejercían dos labores) y se quedaron con una sola licencia o se cambiaron a otra actividad, pero se mantuvieron en ese emergente sector.
Igual sucede en el resto de los municipios de Granma (y del país), hecho por el cual hasta febrero, se había contabilizado en la provincia la devolución de 19 mil  538 autorizaciones.
Viéndolo de ese modo, los controles deberán perfeccionarse y definir no tanto la cifra de licencias otorgadas y devueltas, sino el número de personas físicas que entran y salen del sistema, con independencia de la o las actividades que realicen.
Esos argumentos no niegan, sin embargo, una estimable cantidad de trabajadores retirados aquí del cuentapropismo.
Mas, en el mundo, según entendidos, eso llega a ser algo normal, pues la quiebra de pequeñas y medianas empresas es superior al 27 por ciento, y alcanza hasta un 40 por ciento en algunos países. Para nosotros constituye una alarma,  tal vez porque somos en buena medida neófitos en tales incursiones, y no es que eso no deba preocuparnos, sino que lo más importante será ahondar en las causas del problema.
Los argumentos más repetidos entre quienes se retiran aquí son los elevados tributos a pagar y las dificultades para adquirir materia prima ante la inexistencia de un mercado mayorista.
Pero, amén de las devoluciones, el sector sigue sumando. Al  cierre del mismo febrero, en la provincia se controlaban cerca de 18 mil trabajadores por cuenta propia (TPCP) -el 64,4 por ciento eran desvinculados-, alrededor de nueve mil más que antes de la flexibilización de la actividad, porque frente a las innegables limitantes mencionadas, no todos reaccionan de la misma manera, y sus expectativas también son diferentes.
¿GANANCIA O PÉRDIDA?
Rodolfo Toirac Beltrán, elaborador-vendedor de alimentos ligeros  y bebidas no alcohólicas, de Manzanillo, reconoce que a pesar de una mejoría en el actual sistema tributario   no hay una correspondencia entre el impuesto y la relación porcentual  ganancia-  gastos.
Sus utilidades  por la venta de pasteles y bocaditos bajaron en cuatro y dos pesos, respectivamente, por el encarecimiento de la materia prima (carne de cerdo,  harina) y la ausencia  de  un mercado que regule y estabilice  los precios.
Pero él se mantiene activo porque nunca aspiró a hacerse rico y trabaja con el objetivo de servir al cliente con calidad y el principio de  vender más aunque gane menos.
Leodán Álvarez Ladrón de Guevara, trabajaba como  dependiente gastronómico en la  base de campismo La Sierrita, de Bartolomé Masó, y lleva ahora también se desempeña como elaborador de alimentos.
Declaró tener  utilidades entre 600 y 800 pesos mensual; planteó la necesidad de ampliar la instalación para la venta de pizzas, y que el Banco le facilite créditos no en cheque si no en efectivo para poder pagarle esas labores a un particular.
Margarita Manrique,  de ese mismo municipio, y jubilada  de Educación,  llevaba 18 años como  manicura. Entregó la patente por resultar muy altos los impuestos y ello implicaría tener que cobrar más cara la prestación. Los impuestos, opina, debían tener en cuenta las posibilidades y poder adquisitivo de cada territorio.
Iris Nubia Sánchez Aguilera, de Pilón, productora- vendedora de útiles del hogar, cepillos y jabas y sombreros, se lamenta, con lógica, de tener que pagar tres patentes cuando esos artículos pueden considerarse todos como útiles domésticos. Los mismo pasa con las vasijas de aluminio y otros bienes.
Su coterránea Adelaida Reytor Martínez, con un paladar, asegura que muchos días no vende nada, precisan comprar los aseguramientos a particulares y a altos precios,  incluso en otros municipios; cuando más afluencia de comensales recibe solo gana 250 pesos, y aunque no venda nada está obligada a pagar la patente y por dos ayudantes.
Esas opiniones apuntan  al reiterado reclamo, por una parte, de tener en cuenta la territorialidad, que bien podría encontrar solución en un análisis de los salarios promedio de cada lugar; y por otra, a la apertura de mercados mayoristas.
Esta última hasta hoy se ha presentado como una decisión poco viable en nuestras condiciones económicas,  pero ¿qué tan difícil será cierta apertura si todos sabemos que muchas de las materias primas de que se sirven los trabajadores privados son desviadas, en cantidades nada despreciables, de los almacenes estatales, por individuos que se las apropian y las venden como si fueran suyas?
La problemática es compleja, más si los Consejos de Administración, conocedores de las particularidades de su
demarcación, están facultados para elevar impuestos, pero no para bajarlos.
¿Pudiera decirse, entonces, que es inoperante esta modalidad de empleo y que solo deja pérdidas? Sabemos que no, pues si así fuera todos devolvieran sus patentes, nadie trabaja para no ganar nada. Todo depende del lugar, del tipo de actividad, del nivel de gastos, e incluso de las habilidades particulares de quienes la practican.
Por otra parte, cómo llegar un día a un consenso, si no todos son responsables con la información que emiten.
Llama la atención que entre los encuestados a propósito de esta investigación, muy pocos  aceptaron declarar sus ingresos totales y ganancias, con el casi ingenuo argumento de que no los dominan, cuando conscientes somos de que los negocios por cuenta propia se llevan a punta de lápiz.
Detrás de esa actitud se asienta en muchos casos la tentativa  de aportar al fisco menos de lo que se debe.
PENSAR EN EL PRÓJIMO
Si el cuentapropismo, por tocar otra arista del asunto, no acaba de ser bien visto por todos los cubanos es porque no pocos de quienes lo ejercen, amparados por la ley de oferta y demanda (o mejor del que oferta manda),  pretenden que sea la población quien sostenga el pago de sus impuestos, a partir de precios poco accesibles a cientos de trabajadores estatales, que ganan mucho menos que ellos.
Por suerte están esos que no han pensado nunca en esta forma laboral como modo de éxito inmediato, sino más bien como una manera de sustentar decorosamente a la familia y brindar un servicio útil, que todos agradezcan.
En Bayamo, Salvador Néstor Rodríguez Quesada, con su barbería en la calle Zenea, esquina a Manuel del Socorro, cuenta que cobraba a tres pesos el  servicio, y a insistencia de muchos lo subió a cinco, pero nunca lo elevará a 10, como si lo ha hecho la mayoría de los barberos, que dicho sea de paso tienen un nivel de gastos muy inferior a otros autoempleados.
“Al cliente hay que cuidarlo, destaca, con lo que gano me alcanza para vivir, y hay personas que están peores que yo.”
Con ese mismo pensamiento solidario laboran Roberto Cutiño y otros nueve  trabajadores de la relojería El Ópalo, ubicada en el paseo bayamés, quienes después haber pasado la unidad a las nuevas formas de gestión (arrendada), mantienen a las reparaciones los mismos precios que cuando estaban vinculados al Estado.
Raúl Rivero García, un periodista manzanillero jubilado de esta publicación impresa, hoy vendedor de útiles del hogar,  confiere mucho valor a esta variable contenida en ‑­
los lineamientos partidistas, y se siente satisfecho con que un tercio del total de sus ingresos sean utilidades (unos 500 pesos).
Reconoce cuestiones por ordenar, como la mejor identificación de las actividades, pues la vida demuestra que la gran mayoría de quienes venden no producen, entonces no pueden ser denominados productores-vendedores.
Se considera un trabajador comunitario, pues los vecinos vienen a su casa a resolver problemas eventuales, de una pieza para el fogón, una vela si llegó de imprevisto un apagón; inclusive hace rebajas según la situación económica de la persona que requiere sus prestaciones, o da facilidades de pago.
Su compañera Margarita Pantoja, apuesta, como clave para elevar las ventas, por la competencia, la calidad y el buen trato, principios que no todos tienen en cuenta.
Ejemplos opuestos a los citados pueden mencionarse, como el de los cocheros, que subieron la tarifa a dos pesos cuando se les elevó el impuesto, y aunque después se lo bajaron, siguieron cobrando lo mismo, y algunos de ellos, todavía inconformes, ahora cobran un peso más si uno se monta poco antes de la piquera oficial, por ejemplo a unos 70 metros antes de la piquera ubicada frente a la bayamesa terminal del ferrocarril.
Múltiples son las inconformidades populares respecto a estos transportistas –que no todos tienen un trato cortés-, suscitadas en las recientes asambleas desarrolladas en centros laborales para la discusión del plan  económico y el presupuesto del 2013. Muchos pobladores abogan porque en este caso, el Consejo de la Administración, en uso de sus facultades, vuelva a subir el impuesto.
AUNAR VOLUNTADES
Entre las peticiones más reiteradas de los TPCP, figura lo relacionado con la aceptación de la reventa de algunos artículos de las tiendas recaudadoras de divisas, que no implican necesariamente acaparamiento, como la cola loca. Alegan que no siempre una persona dispone de 1.25 CUP para comprar el sobre completo, pero sí de cinco pesos para un tubito.
Algunos alegan que si la prohibición no es discutible, entonces ¿por qué en los paladares se revenden refrescos y cervezas adquiridos tanto en moneda nacional como en divisas?
Otro reclamo sentido es que se sigan acondicionando espacios para estos trabajadores, pues no es lo mismo vender útiles del hogar en un reparto, que vender zapatos u otros artículos.
Así, por ejemplo, piensan los manzanilleros, quienes defienden que el parque de Los Framboyanes (bastante ‑­
desaliñado por cierto) se arregle con esos fines, por estar ubicado en una arteria cercana a las tiendas, de manera que quienes no encuentren en estas lo que buscan puedan acudir al particular.
Sin dudas continuar ordenando la actividad requiere de la voluntad de varios organismos, como reconoce Maydolis Tamayo Estrada, directora provincial  de Finanzas y Precios.
Señaló lo tocante a la ilegalidad; eso afecta a quienes están controlados y pagan sus impuestos. Buscamos como medida preventiva  la inscripción, y a los reincidentes se les aplican los decretos  establecidos.
Relacionó entre las reclamaciones  de los afiliados  al movimiento sindical, una atención más sistemática, el acceso a medios de protección, y a algunos recursos, dígase pintura para los kioscos de los elaboradores de alimentos.
En el caso de los carretilleros, agregó, se insiste en su movilidad y no estacionamiento frente a lugares públicos como los mercados agropecuarios estatales, además  se ha conversado con ellos para sensibilizarlos sobre la oferta de productos de primera necesidad a elevadísimos precios, en tanto se revisa la política de comercialización de los productos agropecuarios,  para evitar que muchos se suministren a  estas personas y no a los mercados, por violaciones de las entidades productoras.
Ariel Fonseca, director provincial de Trabajo se inclina por un mayor debate del tema en cuantos espacios se requieran, y por un cambio de mentalidad para que el sector no estatal se vea como algo importante, y se tomen las decisiones adecuadas para impulsarlo más.
Coincide con la pertinencia de encontrar respuesta al mercado mayorista con precios adecuados, lo que no justifica que a mil 899 de los autoempleados se le haya tenido que retirar la autorización por adeudos con el fisco, si además la mayoría de ellos están acogidos al régimen tributario simplificado.
Confiere a los gobiernos locales la responsabilidad de concretar más acciones para que estén mejor organizados, en lugares dignificados, e incluso acogidos a reglamentos.
Habló de aprovechar más sus prestaciones por parte de las entidades estatales, y para impulsar programas actuales, como el otorgamiento de subsidios para acciones constructivas a cientos de personas de bajos ingresos, las cuales pueden servirse de los múltiples albañiles que hay en cada lugar.
Si será esa gran parte de la fuerza de trabajo del futuro, hay que pensar estimular  su calificación, destacó como ‑­
otro reto que impactará en la eficiencia y calidad del autoempleo.
Apostó, asimismo, por desterrar el inmovilismo, elevar el intercambio constante con este segmento laboral, generar creatividad a nivel local, orientarlo hacia aquellas actividades que mejor provecho puedan dar, dada las características de cada zona.
En coincidencia con sus argumentos, pensamos en Pilón, y en la posibilidad de que un día los cuentapropistas allí, más que vender vasijas plásticas, realicen actividades que tributen al desarrollo turístico de ese polo, con la confección de artesanías varias, maracas, suvenires de barro; jabas, pencas y sombreros de yarey y otras fibras naturales con atractivos diseños y el nombre de Cuba grabado, la oferta de comidas típicas, y quién sabe si hasta se especialicen como acompañantes de los vacacionistas por los bellos senderos naturales del entorno.
AFANES
En definitiva bastante queda por perfilar para que este modo de trabajo ocupe el espacio real que le corresponde dentro de la actualización de nuestro modelo económico, y no solo trascienda como beneficio para las familias de quienes lo ejercen, sino como servicio de creciente aceptación popular
Lograr su efectivo impacto dinamizador dependerá, igual, de su relación, sin trabas burocráticas, con la industria, la agricultura y otros sectores, y de la futura incorporación, como sugieren especialistas, de actividades que aprovechen más la inversión que Cuba ha hecho en el conocimiento, lo cual tiene que ver con el proceso de disponibilidad que afectará a universitarios que requerirían un empleo acorde con su preparación.
Se trata de estrechar los vínculos entre el sector no estatal y estatal, como suma armónica e ineludible para la anhelada evolución de la economía cubana.